Hoy se cumplen 45 años de la gran inundación que azotó a los barrios San Francisco y Patricias Argentinas en Libertador, el 10 de marzo de 1980. Dos testigos de aquel trágico evento, Julio Jacu y Daniel Rojas, compartieron sus recuerdos de la devastación y la desesperación que vivieron.
Julio Jacu recordó que la inundación causó grandes pérdidas materiales y la pérdida de vidas. "Yo me enteré por los diarios y todos los que éramos de la localidad nos dieron una licencia especial para venir a ver a nuestros familiares", contó. En ese momento, el barrio San Francisco era conocido como tal, y la inundación dejó marcas indelebles en la comunidad.
Al llegar al lugar, Jacu se encontró con la devastación: "Había marcas donde había quedado el agua. Los vecinos estaban en plena construcción y todos los materiales se los llevó el agua". La familia Arce, suegros de su hermana, perdieron todo. "Veo lo de Bahía Blanca y pienso que eso habíamos sufrido nosotros. Sabemos la desesperación y la impotencia que debe tener esa gente", expresó.
Daniel Rojas, que tenía 15 años en ese momento, vivía en el barrio San Lorenzo y recordó la gran pérdida que sufrieron los vecinos, incluso a muchos conocidos del B° 9 de Julio. "Se perdió el matadero municipal, se inundó todo, la pérdida de animales, la pérdida de grandes carniceros, del negro Ibañez, Alderete, el finado Cordobés", enumeró.
Recordó que en ese tiempo, eran las 23:30 y él regresaba de la escuela nocturna, y su madre ya lo esperaba con los documentos. "El agua me llegaba hasta la cintura, era una lluvia de hace varios días y era constante, nunca se había visto eso".
"Supuestamente había cuerpos al otro lado de las vías, y los cuerpos tapados en lodo. A los evacuados los llevaban a la Escuela Martín Raúl Galán", recordó.
Ambos testigos coincidieron en que la experiencia fue traumática y que les recuerda a la reciente inundación en Bahía Blanca. "Fue muy feo y me recuerda a lo que pasó en Bahía Blanca", dijo Rojas.
La inundación de 1980 en Libertador fue un evento devastador que dejó una marca imborrable en la memoria de los que lo vivieron. Hoy, 45 años después, se recuerda la tragedia.
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